han decidido por ti y tú te has dejado llevar, has cubierto el cielo de gloria y tú no lo piensas disfrutar. recomiendas alegría a los tristes y drogas a los drogadictos. manejas las curvas como aprender a conducir en una recta.
los has esperado y ya han llegado, se amontonan como cajas en la cocina de tu casa. estaría bien poder hacer una selección: tú entras, tú no. aunque pensandolo bien quizás alguno se ponga a cocinar, dejalos ahí un diíta más.
ya huele a bizcocho casero, mojado con café, a risas de por la tarde, y te gusta, te encanta.
pero tú sigues al otro lado de la puerta sin poder pasar. nadie te lo impide, de hecho de vez en cuando escuchas a todos aquellos gritar tu nombre pero... ¿quién sabe?
1 comentario:
por el bizcocho, el café, la charla y la conversación que transcurre entre humo y fuego.
a mi me encanta
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