jueves, 6 de mayo de 2010

Sobrevivir


Llevo reflexionando más de un minuto y más de meses. Quiero contaros cuántas cosas han pasado por mi cabeza desde entonces y en cuantas, sobretodo, estabáis vosotros.

Sobreescribir tantas y tantas historias. Recordaros siempre como eso, una larga historia con vosotros, pero desde lejos. Hoy no voy a decir adiós, eso de alguna manera se ha ido diciendo con el tiempo. Os quiero más incluso que nunca. Habéis adquirido el precio del oro, el banco cierra más tarde. No necesito explicar por qué, no necesito más que esto para demostraros que no he sido yo. Que me encantaría que todo fuese igual. Pero ya hace varios meses que nuestro futuro se trunco. Dejar paso a nuevas felicidades y sonrisas en nuevas caras son fases obligatorias de la vida. Gracias por todo. Cada día que me habéis regalado y me seguireis regalando. Gracias por aún por todo considerarme tanto. Gracias por dejarme que yo sienta lo mismo.

Sinembargo, no es agradecimiento, ni amor, ni amistad de lo que quiero dejar constancia aquí. Sino de arrepentiempo, por dejaros marchar sin poner resistencia y mucho más por todos esos días que suman ahora en los que no hemos estado.


No soy capaz siquiera de miraros a la cara sin llorar de verguenza. No vengáis a verme. No vengáis si es por eso.
Hace tiempo que no os veo ni en fotos por miedo a echaros aún más de menos.


Clara.








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