martes, 29 de enero de 2008

no one else

Solo soy una niña, la princesa de mi cuento. De este puto cuento que ahora ya es la puta realidad. Al son del sol pasan los dias, 24h. El humo del cigarro tapa parte de mi visión. Discos muertos en la estantería son ahora discotecas que suplieron su lugar. Hay un hueco en mi habitación, ella ya no está. Los juguetes no están. Tantas tardes que se hicieron noche. Ahora ya no está, los juguetes no están. Tantas tardes q se hicieron noche. Ya no son barbies ni kenes ahora somos tú y yo. Porque ella se fue. Su habitación está vacía y el armario lleno de la superficialidad de mis días. Tantas horas delante de mi espejo soñando a ser mayor, jugando a ser mayor. Hoy miro y esa ilusión continua allí. Esos ojos me suenan, esa mirada que ahora se pierde y que tantos días estuvo allí. El mismo espejo y tan distinto el reflejo. Ahora regalo caricias a los que me ofrecen caramelos, ahora ofrezco besos a quien me ofrece una mirada, ahora regalo miradas a quien las sabe mirar. Ahora ya no son las 9 y pierdo el autobús, ahora son las 4 y pierdo la cabeza, ahora son las 6 y perdí mi ropa. Me mojo la cara, otro día, otra noche jugando a ser mayor. La habitación sigue con su ausencia, la radio suena, el espejo sigue allí, el mismo espejo y tan distinto el reflejo...

1 comentario:

hurakáos dijo...

"Ahora ya no son las 9 y pierdo el autobús, ahora son las 4 y pierdo la cabeza, ahora son las 6 y perdí mi ropa"

Me gusta. Me guuusta.

Muy guay.