lunes, 15 de noviembre de 2010

to be continued... anywhere, at anytime, with anyone.


Hoy quiero sin más dilación contarte que no pasa ningún día sin que las lágrimas se preparen en mis ojos para comenzar a rodar. Rodar con un movimiento perfecto y socorrido, tanto que el resto de lo que hago últimamente tiene complejo, envidia sana, de esas lágrimas.

Quiero contarte que ahora cuando me voy a la cama, no es como antes, cuando quería dormirme para poder despertarme cuanto antes y vivir un día nuevo. Ahora me quiero ir a la cama para matar los días lo más rápido y menos dolorosamente posible.

Quiero contarte sin desparramar todas las estadísticas por el suelo que es normal que nadie me perdone, si antes no soy capaz de perdonarme a mí misma. Que quizás eche de menos no haberme equivocado tanto, o al menos, saber cómo parar.

Me he montado en un tren que no tiene freno, me he equivocado de tren o me he pasado la estación. Aunque tengo que aprender que lo que me rodea son solo apariencias y que no puedo, nunca, apoyarme en que eso me salvará.

Quiero contarte que lo estoy intentando. Que más que nunca quiero alejarme de todo o que todo se aleje de mi, pero más que nunca me avergüenzo de hacerlo, porque más que nunca me doy cuenta de que ese todo, lo es todo para mí. Que ese todo son personas, que ese todo ha estado más a mi lado de lo que yo les he podido esperar.

Y ojalá solo hablara de ti cuando hablo de hacerlo mal. Ojala si quiera, no me hubiese defraudado a mí. Ojala no me hubiese tomado el poder incauto de tomar decisiones. Ojalá ese tiempo que le he dedicado a actuar sin pensar, lo hubiese dedicado a pensar en actuar. Supongo que hacerlo lo hubiese hecho, pero como se dice en la calle: -hay formas y formas.

Quiero contarte que es tiempo de cambio, no de renacer, sino de andar con una mochila nueva a la espalda, con zapatos nuevos (que al principio harán rozadura pero después me gustará llevarlos). Aceptar los cambios y vivir con ellos. De caminar descalza y de rodillas pero caminar. Que aquí no he encontrado lo que buscaba, que me tendré que ir a otro lugar a buscarlo. Que algún día estoy segura que estos momentos serán fortaleza, que cada lágrima serán logros. Que podré decir, no me arrepiento de nada porque lo he conseguido, he utilizado toda esa parte buena que todas las cosas tienen aunque ahora no lo vea, para seguir adelante. Y gracias a Dios tengo la oportunidad de hacerlo, de intentar mejorar, y sobre todo un todo que estará esperando, de verdad, a que eso pase.

PERDÓN Y GRACIAS

1 comentario:

Sol dijo...

puedes empezar de cero.
puedes perdonarte.
nosotras siempre te perdonaremos.
ya sabes como es esto, nadie dijo que fuera fácil hay que caer y levantarse una y otra vez.
yo voy a tirar de ti hacia arriba dalo por echo.